me detengo y miro hacia atrás;
me pregunto si dejé más de la cuenta,
si las decisiones fueron pérdida o inversión,
a puro riesgo
o a pura apuesta.
giro la cabeza y sigo
pero esta vez pesa.
Dejar atrás no es tan fácil.
Y otra vez las mismas preguntas:
¿me equivoqué de nuevo?
¿cuánto falta para llegar?
¿llegar a dónde?...
...¿Traje el paracaídas esta vez?
me doy cuenta que no.
(no hay paracaídas en esto)
¿Vuelvo o sigo?
¿Des-hago lo hecho o soporto las consecuencias (y la soledad) y espero?
Ya no hay vuelta atrás;
por ahora sólo es des-Balance…
3 comentarios:
en el tema de seguir para adelante, sos para mí un modelo a seguir.
sobre todo por la parte del profesionalismo y de afrontar la realidad con madurez.
a mí me gusta mucho tu manera de encarar las cosas, porque es un equilibrio entre impulso y racionalidad y tal vez ese sea el balance, y tal vez no necesites nada más que seguir así...
Me llenó de ternura esta lectura, quizás, es lo que busca uno siempre. Ese desequilibrio constante, nos da un camino pedregoso. Necesitamos saber que siempre hay algo más, no sé si está bien esperar algo, pero que lindo es encontrarlo.
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