sábado, 3 de octubre de 2009

¿No mirás cuando caminás?

Recién venía caminando en mi mundo, con un café con leche entre las manos, apurada. Recién venía mi hermana con cosas entre sus manos, apurada también. Las dos doblamos en el pasillo y ¡paff! chocamos. Con la mitad del café en mi remera, digo enojada: "¿No mirás cuando caminás?", y de golpe: me escucho...

...Pienso en el tiempo y la agenda, en lo que anoté para hacer, lo que quedó pendiente, lo que dejo para otro día.
Veo una semana en la hoja y los garabatos inentendibles hacen que me pregunte por milésima vez cómo voy a hacer todo eso, y deseo (por milésima y un vez) que termine la semana que viene de una vez.
La única diferencia es que esta vez me pregunto por el tiempo y mi agenda, y las cosas que tengo que hacer, las que quedarán pendientes y las que dejo para otro día por-quién-sabe-qué ya.
Me pregunto por la pausa, la pausa que quiero que llegue y las personas que quiero ver pero tienen agendas como las mías (o a veces peores).

Cierro la agenda.

Pienso en la mancha de café en la remera, en la pausa que no hice, en el mundo en el que me enfrasco cuando voy a ciegas.

Pienso en hacerme el tiempo para que no pase el tiempo sin mirar cuando camino.

3 comentarios:

macanudas* dijo...

me gustó ese de "que termine la semana que viene"
me reí con "no mirás cuando caminás?"
me dio bronca tu remera con café con leche
me identifiqué con las agendas complicadas

y te extrañé...

Mar dijo...

Confieso que lo de las agendas fue pensando en nosotras dos y nuestros desencuentros.
Este finde nos vemos :D

puchi dijo...

totalllll
-mente identificada-

creo que leerte fue como chocarme con vos y la taza de cafe con leche, y yo también ponerme a pensar que tampoco miro por donde camino... y querer mirar más

gracias!

muy bueno :)