me detengo y miro hacia atrás;
me pregunto si dejé más de la cuenta,
si las decisiones fueron pérdida o inversión,
a puro riesgo
o a pura apuesta.
giro la cabeza y sigo
pero esta vez pesa.
Dejar atrás no es tan fácil.
Y otra vez las mismas preguntas:
¿me equivoqué de nuevo?
¿cuánto falta para llegar?
¿llegar a dónde?...
...¿Traje el paracaídas esta vez?
me doy cuenta que no.
(no hay paracaídas en esto)
¿Vuelvo o sigo?
¿Des-hago lo hecho o soporto las consecuencias (y la soledad) y espero?
Ya no hay vuelta atrás;
por ahora sólo es des-Balance…